Fabrice Amedeo al inicio de la Armen Race, primera carrera de la temporada

Pocos días después del lanzamiento de su monocasco, Fabrice Amedeo se prepara para reanudar la carrera oceánica en competición con ocasión del primer evento de la temporada, la carrera ArMen Race. El 25 de mayo, a las 4 pm, el capitán de Newrest – Brioche Pasquier partirá de La Trinité-sur-Mer (Francia) para un bucle de un poco más de 300 millas. Para acompañarlo, podrá contar con un equipo de choque compuesto por Yvon Berrehar, su director técnico, Julien Romagné, su capitán de barco, y el navegante Romain Attanasio, con quien ha forjado lazos amistosos en el último Vendée Globe.

Es hora de que Fabrice Amedeo vuelva a los negocios, que regresarán con la carrera oceánica mañana, en la carrera ArMen Race. En el programa, un bucle de más de 300 millas entre La Trinité-sur-Mer, el Sein Occidental y la Isla de Yeu, antes de volver en el puerto del Morbihan. Un entrenamiento ideal para él que ha permanecido en tierra desde su regreso de la Vendée Globe en febrero pasado: «No he navegado en Imoca desde que llegué a los Sables d’Olonne, excepto por supuesto el convoy de retorno entre Vendée y Bretaña, confirma Fabrice, esta ruptura fue importante porque permitió devolver la envidia, estoy encantado de reiniciar esta temporada «.

Y para su regreso, es en la tripulación que el capitán de Newrest – Brioche Pasquier reanudará el mar para luchar contra los cuatro Imoca también en disputa. A bordo, tendrá el placer de confiar en Yvon Berrehar y Julien Romagné, respectivamente director técnico y capitán de barco del proyecto. Un núcleo duro reforzado por la presencia de Romain Attanasio, competidor de Fabrice en la última ronda en solitario del mundo: «Yo simpatizaba con Romain en la última Vendée Globe y le ofrecí a correr con nosotros. La idea es realmente divertirse, para navegar bien, al máximo! «. Un programa ideal y objetivos que no podemos dudar de que se llevará a cabo, a pesar de las condiciones de viento previsto malas. «Debería ser táctico y delicado con un montón de tráfico marítimo en la carretera», predice Fabrice Amedeo. Delicado, pero emocionante!